La córnea, que es el tejido transparente que cubre el ojo, requiere un microambiente equilibrado para mantener su integridad. La densa inervación de la córnea participa de este microambiente. Si hay una pérdida, que puede ser parcial o total, de esta inervación, entonces surge una condición específica, que se llama queratitis neurotrófica.
Para encontrar nuevas curas y curas eficientes para esta enfermedad, necesitamos tener modelos específicos. La expansión del uso de reporteros fluorescentes transgénicos portadores de animales y los avances microscópicos han abierto nuevas posibilidades en la visualización de la generación axonaria. La imagen in vivo se ha vuelto más accesible para cualquier laboratorio de investigación dispuesto a seguir el proceso de neurogeneración.
Las diversas causas que inducen la queratitis neurotrófica subyacen a las dificultades de tener un solo modelo para probar las terapias de regeneración nerviosa. Estos tres modelos están reproduciendo diversas situaciones observadas en las clínicas, y compartir esos métodos permitirá a otros laboratorios descubrir nuevos aspectos de la inervación corneal a partir de los cuales se diseñarán tratamientos innovadores.